viernes, octubre 20, 2006

El cruce

El camino más corto no tiene por qué ser siempre el más fácil, ni el difícil el más llevadero. Debe ser una broma pesada: un hilo cortado, otro títere cojo. Aquellos que un día pasaron, deberían volver y rotular las flechas. Espero sentado.

Pero no vendrán.
Nunca lo han hecho.