El cruce

El camino más corto no tiene por qué ser siempre el más fácil, ni el difícil el más llevadero. Debe ser una broma pesada: un hilo cortado, otro títere cojo. Aquellos que un día pasaron, deberían volver y rotular las flechas. Espero sentado.

Pero no vendrán.
Nunca lo han hecho.

El intruso

Volvemos a las andadas. No me extraña con el incubus acechando. La forma en que aparece no es alternada sinó aleatoria. A veces me oprime el pecho para no dejarme respirar, y otras se sienta frente al PC para jugar a las cartas. El incubus me hace preguntas y a veces calla, pero no cuando duerme. Es, de alguna forma, el que me abre los ojos.

Esclavos

A uno se le quitan las ganas de hacer balance de las cosas estando el mundo tal y como nos lo han dejado. Ha llegado hoy a mis manos un artículo que decía que tres cuartas partes del litoral mediterráneo en España están ya construidas. En el 2005 se construyó más vivienda que en el Reino Unido, Francia y Alemania juntas. Para comprar un piso se necesita una hipoteca de casi 1000 euros al mes durante 50 años. O sea, mejor comprarte un piso antes de los treinta si no lo quieres estar pagando hasta los 80. Teniendo en cuenta que la esperanza de vida para un hombre en este país es de 77 años, si no te lo compras antes de los 27, estadísticamente no podrás nunca acabar de pagarlo.

Lo que me inquieta más es el hecho de que los precios de la vivienda en España han superado con creces los de Japón. Ahora cuestan el doble, para ser exactos. Y el parque de viviendas de alquiler no llega al 20%. Los interesados quieren la pasta ahora, antes de que caigan los precios.

Este es el futuro prometedor que la generación de nuestros padres nos ha dejado. Un futuro creado por aquellos que se hacen ricos esclavizando a las personas a cambio de un techo bajo el cual poder vivir. Un futuro en que la gente entrega todo su tiempo por un trozo de suelo.

Sonreid al siglo XXI

Izar velas

Sigue mi dificultad para dormir. Puedo pasarme horas y horas en la cama buscando la calma pero lo único que encuentro es angustia. Viejos amigos bajan y me recuerdan quién soy y de dónde vengo. La visita no es grata. Me ancla a la noche y me roba la mañana.

La puerta que se ve a la izquierda da a una cuesta arriba, al final de la cual hay otra puerta. He recorrido ese camino tantas veces que ya no se cuando es que voy, y cuando es que vengo. Es por eso que voy perdido.

Las escaleras

Vuelta a los lápices, vuelta a los dibujos,
vuelta a los roles y a la calma,
os atrincherasteis con excusas
mientras jugaba en el patio de atrás.

Sueños

Así como todos los sueños terminan al despertar, yo al despertar sueño y al dormir, estoy despierto. Y siendo todo fruto de mi torpeza, cuanto más esfuerzo hago por despertar, más profundamente duermo. Vivir en un sueño me desvela. Me quita el sueño.

Gofres a las nueve

Me he puesto cera en el pelo. Tanta ducha para despues irme poniendo estas porquerías; y como yo tanta gente. Parece que vayamos hacia alante con el único fin de deshacer lo hecho, o rehacer lo deshecho.

Hoy ha llovido por segundo dia consecutivo. Cuatro gotas, paraguas abiertos. Fobia a la lluvia, pese a ser seguramente mas limpia que el aire que respiramos. Quizá alergia a todo lo que caiga del cielo.

El otro dia estuve grabando J-Pop en casa. Dios sabrá por qué acepté producir esta canción, aunque no voy a bajar el nivel de algo que se supone que tiene que llevar mi nombre escrito. Tomamos más de cuarenta tomas de guitarra electrica y Diusanto acabó con la mano para el arrastre. Maravillas de la grabación digital.